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En el capítulo 98 de CAV-SULAS, Carlos Antonio Vélez puso el foco en un tema que muchas veces se subestima cuando se habla de táctica o rendimiento: el liderazgo en el fútbol.
🧠Carlos Antonio Vélez analizó las claves del título de Nacional
Con apoyo en material atribuido a José Cuétara Vega y referencias a su libro “La charla táctica”, el analista desarrolló una idea central: el líder no se define por “mandar”, sino por influir, guiar y sostener al grupo en los momentos de presión.
Uno de los mensajes más potentes del episodio fue la diferencia entre liderazgo y autoridad.
Carlos Antonio Vélez explicó una nueva CAV-SULA
En la pantalla del programa se resumió así: “Líder no es el que manda” y “un líder convence, no se impone”, reforzando que el liderazgo se gana con coherencia y ascendencia sobre el equipo, no únicamente con el rol o la jerarquía.
En esa misma línea, Vélez resaltó una frase que resume el impacto real del líder dentro de un plantel: “La palabra convence, pero el ejemplo arrastra”.
El líder marca el ritmo del equipo
Dentro del análisis, se destacó una comparación muy gráfica: “Los líderes toman un remo y marcan el ritmo; los jefes mandan remar”. La idea apunta a que el verdadero líder se involucra, asume responsabilidades y empuja desde la acción; mientras que el “jefe” se queda en la orden, sin necesariamente contagiar con el ejemplo.
Características del líder en el fútbol
El capítulo también enumeró rasgos que ayudan a entender qué tipo de perfil suele sostener a un vestuario, sobre todo en etapas difíciles o de alta exigencia. Entre las características del líder mencionadas en la lámina del programa aparecen:
- Autocrítico más que crítico
- Perseverante (no necio)
- Cercano (no amigo)
- Paciente (no pasivo)
- Humilde (pero no tonto)
- Aprende y copia (pero no imita)
- Sin supersticiones
- Excelencia (no perfeccionismo)
- Sin excusas ni pretextos
- Preparado y versátil
- Actualiza métodos
Con este capítulo, Vélez dejó una conclusión clara: en el fútbol moderno, el liderazgo no es un accesorio, sino una herramienta competitiva.
Un equipo puede tener talento, pero sin líderes que sostengan el orden emocional, el foco y el ejemplo, termina siendo vulnerable cuando el partido “se pone pesado”.
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