Mucho se ha hablado sobre las reglas de Jersson González para los juveniles Sub-17 del América de Cali. Mucha responsabilidad, sin excentricidades, sin impuntualidad y con una gran filosofía: “Antes de ser futbolista hay que ser persona”.
Algunos criticaron al entrenador de inferiores por esta decisión, pero seamos sinceros… es lo mejor para formar a los futbolistas del futuro. Es necesario mostrarles la realidad, enseñarles cosas que aporten y que salgan de la burbuja del “pelo pintado, los aretes y los tatuajes”.
Y por supuesto que no está mal, Zlatan, James y hasta el mismo Messi han cambiado su pelo de color. Pero ojo, una cosa es un profesional que ya tiene un recorrido y un aprendizaje importante y otra son los juveniles que hasta ahora se encuentran en el proceso de ser jugadores de élite.
Estos jóvenes del América, y los demás del fútbol colombiano, deben aprender el valor de la responsabilidad y si no lo entienden desde su formación, ¿entonces cuándo, a los 25 años con una carrera profesional iniciada? Debemos tomar el tema con pinzas, pero interpretando que todo tiene su espacio y tiempo.
Nadie pide que no les permitan vivir, pero a los futbolistas colombianos muchos les han pedido carácter y responsabilidad. Por eso es tan importante que entrenadores de juveniles como Jersson tomen el timón y los orienten de la forma correcta.
¿Funcionará? Eso no lo sabemos y en unos años si la cantera del América deja frutos económicos importantes, seguramente otros clubes mirarán esta modalidad de reojo.
Además, como me dijo un exjefe en un medio de comunicación cuando recién iniciaba en el periodismo: “Como te ven, te tratan”.
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