Milán batió 1-0 en su estadio al Nápoles, este miércoles en la ida de cuartos de la Liga de Campeones, gracias a un gol del argelino Ismaël Bennacer, que coronó una gran jugada del español Brahim Díaz.
Ineficaz y sin su mejor goleador, el lesionado Victor Osimhen, el Nápoles, que jugó con diez desde el minuto 74 por la expulsión de Frank Anguissa, tendrá que remontar el próximo martes en su estadio Diego Maradona si quiere jugar por primera vez las semifinales de la Champions.
AC Milán, siete veces campeón europeo, pero fuera de los cuartos desde hacía once años, mostró oficio para domar a un Nápoles que debutaba en estas alturas de la competición.
En San Siro el Nápoles salió entusiasmado, contagiado en la Champions del estado de excitación propio de un equipo que está a punto de reconquistar el Scudetto, que solo ganó con Diego Maradona en 1987 y 1990.
El carrusel de ocasiones del equipo dirigido por Luciano Spalletti duró 15 minutos, siendo la más peligrosa la primera, cuando no se habían alcanzado los 60 segundos.
AC Milán supo capear este arreón inicial y poco a poco, aunque sin un juego brillante, fue asentándose en el campo.
De nuevo el Milán salió indemne, pero el Nápoles tuvo que disputar la recta final sin Anguissa, que vio una segunda amarilla por una entrada a Theo Hernandez (74).
Con uno más, el Milán intentó dar un paso adelante, pero el Nápoles había optado por cerrarse e intentar minimizar daños.