En aquel Mundial de 1986, cuando el “Pelusa” se consagró como uno de los grandes íconos de la historia de las Copas del Mundo de fútbol. De esta manera, el movimiento denominado la Religión Maradonia, cobró un significado socio cultural y antropológico bastante importante, que será explicado a lo largo de este artículo.
Un sistema de la actividad humana compuesto por creencias y prácticas acerca de lo considerado como divino o sagrado, tanto personales como colectivas, de tipo existencial, moral y espiritual, a esto se le conoce como "religión".
En el artículo titulado “Francisco I: San Lorenzo de Almagro”, el cual en algún momento se publicó en la sección de Blogs de Win Sports, se destacaba la relación entre estas dos pasiones de la humanidad, donde en algunos países este deporte ha llegado a ser casi una nueva religión.
Oficialmente la fundación de esta parodia religiosa, se remonta al 30 de octubre de 1998, cuando Hernán Amez y Héctor Capomar comenzaron como una broma a festejar la Navidad el día del nacimiento de Diego Armando Maradona. En esa misma noche Alejandro Verón se sumó a esta idea, al año siguiente lo hizo Federico Canepa. Estos cuatro rosarinos inventaron de manera jocosa una nueva religión, el culto a una persona, aquella que se destacó por ser un gran futbolista.
Relacionando el tema de la religión Maradoniana con la influencia de los ídolos en la sociedad actual, se puede determinar si Diego Armando Maradona es el mejor futbolista de la historia, pero no es tarea sencilla como parece. Si tenemos en cuenta su incomparable talento, sería justo afirmarlo. Pero no solamente el talento debe ser importante. Se debe tener en cuenta los logros conseguidos, el espíritu deportivo. La permanencia en el primer nivel y la trayectoria. Y teniendo en cuenta esos parámetros, las cosas no son tan claras. Realmente Maradona no fue un buen deportista, ya que el espíritu deportivo promueve la importancia de conservar el cuerpo y la mente sana, y el “Pelusa” no lo hizo.
La función de la iglesia Maradoniana es mantener vigente la pasión y la magia con la que su “Dios” jugó al fútbol, no olvidar los milagros que realizó en las canchas ante la mirada de todos y del sentimiento que despierta en sus fanáticos, día tras día. Todo esto se desarrolla dentro del marco futbolero, de la pasión que despierta el deporte más lindo y popular de la tierra. Respetando las creencias religiosas a todas por igual y sin la más mínima intención de desprestigiarlas.
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Ante la necesidad que tiene la gente de tener ídolos, el poeta de Rosario, Argentina, Héctor Berenguer afirma lo siguiente “Maldito el pueblo que necesita de ídolos” pero realmente estamos en un mundo donde pareciera que los ídolos populares, tienen una importancia fundamental, en primer lugar para los que lo explotan, porque son fuente de ganancia muy importante; un ídolo en lo cinematográfico, artístico o deportivo, en el mundo de la canción, es siempre alguien que deja muchos dividendos, por otro lado se explota una necesidad de la gente, idealizar a ciertas personas, hacerlos ideales y transformarlos en ídolos, es una de la manifestaciones religiosas que tiene la sociedad de hoy, el “ídolo”.
En su canción “Maradona no es una persona cualquiera”, Andrés Calamaro le hace un homenaje al astro argentino, mostrándonos que si bien el es un humano como todos, Maradona es de las pocas personas que solo con su presencia puede paralizar a las masas y en especial a los que consideran al fútbol una religión.
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