En el mundo del fútbol es normal ver a jugadores en medio de lujos. Messi, Cristiano Ronaldo, Pogba y más estrellas del balompié internacional, cuentan con aviones privados, vehículos de alta gama, mansiones y mucho más.
En medio de tanto dinero, también hay jugadores alejados de los lujos y con los pies puestos en la tierra. Mané, jugador de Liverpool, no se olvida que jugó descalzo y trabajó en el campo, camina con un celular roto y ayuda a su país. Uno de sus más altos actos de amor por su pueblo fue la inversión de 300.000 Euros a una escuela en Banbali.
Para muchos Mané es el jugador más rico del mundo porque es el que menos cosas materiales necesita para ser feliz.