Coronavirus, el deporte prendió la alarma
Escribo después de ser informados, de manera responsable por el Canal Win Sports, que debemos volver a casa y permanecer en ella siguiendo las instrucciones de Ministerio de Salud y las autoridades locales. Lo del Coronavirus es serio. La pandemia nos tiene preocupados por su desarrollo. La gripa aviar AH1N1 la enfrentamos sin mayores sobresaltos en el 2009 pero, ésta de ahora, nos ha causado todas las preocupaciones por la velocidad con que se ha desarrollado, por el desconocimiento de su forma, por las muertes y porque el mundo se ha ido paralizando rápidamente. Con aquella, que no logró la categoría de pandemia por parte de la Organización Mundial de la Salud, el planeta continuó su marcha normal. Esta vez no.
Esta vez, la política, la economía, la salud, la educación y hasta los deportes han tenido que parar para frenar los contagios. Es como un corta fuego como única forma de lograr que pare, que no se extienda más.
Es un poco absurdo pensar que, cuando las bolsas de valores, o los gobiernos, o las instituciones financieras empezaron a tomar medidas por lo que ya se avecinaba el mundo normal (el de a pie) no consideraba grave la enfermedad hasta cuando el fútbol comenzó a parar sus ligas y cuando se habló de la necesidad de mirar con juicio el tema de los juegos olímpicos.
Allí radica la importancia de los deportes. La gente del mundo comenzó a razonar que algo malo pasaba cuando el fútbol, el baloncesto, el béisbol, la Fórmula 1, el atletismo, las pesas y tantos otros deportes tuvieron que parar, que suspender sus competencias.
Y no es que no importe la economía, o la política, no. Lo que ocurre es que, para la gran mayoría de los habitantes de esta madre tierra, esos temas son lejanos. Las bolsas de valores, el petróleo, el dólar, el yen, el oro.
En cambio, el deporte es muy cercano.
Permanezcamos en las casas, escuchemos a las autoridades, tengamos presente la asepsia en las casas, el lavado de manos, evitar el contacto con las demás personas y estar pendiente de cualquier síntoma que no sea normal en cada uno de ustedes.
No entremos en aceleres y pareceres que es lo que menos debemos hacer. En el reciente vuelo que hice, a mi lado iba un señor leyendo La Peste de Albert Camus. Por supuesto que no era casual que lo hiciera, pensé.
La humanidad ha superado pestes de todo tipo. Ésta también la vamos a superar entre todos. Cuidándonos unos a otros. No hay ningún motivo para descuidarnos…