“El talento no lo es todo. Lo puedes tener desde la cuna, pero es necesario aprender el oficio para ser el mejor”. Cristiano Ronaldo
El gran dilema que siempre ha existido en el fútbol, jugar bien o jugar bonito, algunas personas piensan que al exhibir grandes figuras en un terreno de juego ya se tiene garantizado un espectáculo y un resultado deportivo importante.
En la actualidad, podemos decir que no tenemos un determinado equipo que luzca un juego bonito permanentemente. Claro está que los grandes clubes en el mundo, al contar con grandes individualidades, muestran destellos de técnica y una buena asociación de fútbol colectivo que les permiten generar la gran admiración de la tribuna.
Hace unos años atrás en las grandes ligas del mundo, tuvimos equipos que jugaban bonito y obtenían resultados esperados por parte de sus hinchadas y del periodismo. Un ejemplo de esto fue el F. C Barcelona de España que durante el periodo 2008-2009 consiguió 6 títulos y exhibió un juego bonito, el cual le va a permitir ser recordado como uno de los grandes equipos de la década del 2000 al 2010.
Los líricos del balón pueden afirmar que el mejor equipo de fútbol que ha estado en una cancha de fútbol, fue la selección de Brasil en el mundial de 1970 dirigida por Mario “Lobo” Zagallo. Y en el terreno de juego hacían delirar a todos los seguidores de este deporte, gracias al talento y a la magia de Brito, Carlos Alberto, Piazza, Gérson, Clodoaldo, Everaldo, Rivelino, el arquero Felix, Tostao, Jairzinho, Rivelino y el Rey, Pelé.
Los brasileños, llevaban en su alma el “jogo bonito”,y el divertimento a la hora de pisar el campo de juego. Brasil 1970, era un onceno donde todos sus jugadores de campo tenían un gran manejo de pelota y una técnica depurada; sumándole un gran espíritu colectivo que les permitía desplegar toda esa riqueza artística que provenía de sus pies.
Pero están aquellos que prefieren el resultado por encima de la estética, sin descartar el buen juego, como por ejemplo la selección de Italia que conquistó el campeonato mundial de 2006, haciendo énfasis en la táctica y el poderío del Catenaccio Italiano. Aquí las figuras no fueron los atacantes ni los media puntas o lo enganches.
En el futbol moderno podemos concluir que jugar bien no implica el espectáculo y la calidad técnica individual de cada jugador, lo importante es tener un equilibrio en la cancha y saber que el trabajo colectivo debe primar sobre el nivel individual. De igual manera la calidad y el talento de un gran jugador siempre serán importantes tenerlas, pero deber ser visto como un complemento para el equipo y no como el encargado en solucionar los problemas de un onceno de fútbol.