Si quieres disfrutar de la emoción del deporte, suscríbete a Win Play. Accede a partidos en vivo,
contenido exclusivo y variedad de deportes, todo desde cualquier dispositivo.
¿Quieres ver los partidos del fútbol colombiano desde cualquier lugar? Suscríbete aquí a Win Play
Las Eliminatorias rumbo al Mundial 2026 no solo dejaron clasificados y eliminados, también provocaron movimientos que pocos se esperaban en el banquillo de dos selecciones sudamericanas.
🚨 Así quedaría Colombia en ranking FIFA tras las Eliminatorias
La presión de los resultados, el peso de la tabla y la frustración de las últimas jornadas obligaron a que los dirigentes tomaran decisiones drásticas.
La noche del miércoles 10 de septiembre se convirtió en un punto de quiebre: los comunicados oficiales llegaron casi en simultáneo y sorprendieron a los aficionados de todo el continente.
🤩⚽ James Rodríguez fue el mejor asistidor de las Eliminatorias Sudamericanas
Dos selecciones sudamericanas no seguirán con sus entrenadores

El primero en anunciar cambios fue Perú, cuya Federación confirmó la salida de Óscar Ibáñez, agradeciendo su trabajo en las últimas jornadas y asegurando que comienza “una nueva era con optimismo y visión de futuro”.
Desde la FPF señalaron que iniciarán un proceso exhaustivo para elegir al nuevo comando técnico, con el objetivo de alinear un perfil estratégico y sostenible.
Casi en simultáneo llegó la noticia desde Venezuela, donde la Federación comunicó la destitución de Fernando “Bocha” Batista, tras la derrota ante Colombia.
En el comunicado se reconoció su esfuerzo, pero se dejó claro que “no se alcanzaron los resultados deportivos establecidos como objetivo”, por lo que consideraron indispensable un cambio de rumbo para la Vinotinto.
Contexto de la decisión
Ambas selecciones terminaron las Eliminatorias sin clasificar al Mundial 2026 ni asegurar el repechaje.
Perú acumuló un bajo rendimiento en las últimas fechas, mientras que Venezuela, pese a tener un inicio prometedor, se quedó fuera al no sostener resultados clave.
La presión de la hinchada y el análisis de las federaciones dejaron claro que había que replantear el proyecto para 2030.
Ahora, tanto la 'blanquirroja' como la 'vinotinto' deberán pensar en procesos renovados, con la mirada puesta en próximos torneos y en el camino hacia el Mundial 2030.